Nuestro objetivo era construir un castillo,
pero teniamos un problema:
contabamos con los cimientos,
y podiamos fabricar el cemento,
pero ésto era inútil,
no poseíamos ladrillos.
Entonces, optamos por el descanso.
Un descanso de silencios.
Durante éste, y sin darnos cuenta,
construimos una caja,
y la fuimos llenando con el correr del tiempo.
Poco despues, contenía sorpresas y desilusiones,
llantos y carcajadas,
bromas e ironías,
dudas y certezas,
esperanzas, broncas y esperas,
y muchas cosas más.
Pero aún no está llena,
queda un espacio inmenso,
que se va colmando a cada segundo que compartimos,
pero que nunca se acabará.
Decidimos que el mejor castillo
sería uno construido con nuestros sentimientos.
Desde entonces, nos convertimos en reyes,
reyes de una amistad maravillosa,
que va creciendo a medida que la caja se llena.
Esa caja que se cerrará al morir,
pero que en algún lugar permanecerá intacta:
Nuestros corazónes
3 comentarios:
Que bonito
Bueno, hola antes que nada, y perdón después si me equivoco de flor... gracias por pasarte por mi blog, me alegro que te haya gustado, ojalá sigas viniendo...
Barrio Gramajo: Muchas gracias.
El Leon: Hola a vos también, y te disculpo si es que te equivocaste porque yo tampoco estoy segura de ser esa Flor, aunque recuerdo que una vez pase por un blog, me parece que no es el del jardin de las orquideas, si tuviste otro puede ser que haya pasado por ese, pero no se :P de todas formas voy a seguir pasando de vez en cuando por aquel.
Besos.
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